Tuesday, October 12, 2010

EL DESARROLLO INTERNO DEL TACTO

Sabemos que los primeros sentidos que el niño desarrolla son: el oído, el tacto y la vista. El niño percibe el sonido y vuelve la cabeza; palpa y toca; finalmente ve conscientemente y estos tres sentidos coordinan la personalidad. Éstos son los tres sentidos vitales. Le siguen el gusto y el olfato, pero no son indispensables, en la vida y aunque carezca de ellos, el hombre no tiene ningún obstáculo para establecer contactos en el plano físico. En la senda del desarrollo interno o subjetivo, rige la misma secuencia.

El tacto -responde al control o vibración, y reconoce lo que está fuera de una unidad humana separada en el plano físico. Abarca el período del gradual desenvolvimiento espiritual, los senderos de probación y del discipulado, hasta el portal de la iniciación. El hombre entra periódicamente en contacto con lo que es superior a él, adquiere conciencia del “toque” del Maestro, de las vibraciones egoica y grupal, y por medio del sentido oculto del tacto se familiariza con lo interno y sutil. Procura alcanzar aquello que concierne al yo superior y al tocar las cosas invisibles, se habitúa a ellas.

Las manos son factores potentes en todo trabajo mágico de curación, y la utilización del sentido del tacto es una ciencia esotérica. La sublimación del sentido del oído y su empleo para oír la Voz del Silencio o la música de las esferas, es un sector de la enseñanza oculta del tipo más profundo, y esos adeptos que se han especializado en las ciencias de la vista y del sonido son algunos de los más eruditos y avanzados de la Jerarquía.

Uno de los sentidos fundamentales, como bien saben, es el del tacto. Ésta es la razón de por qué no he ubicado la sicometría en una categoría determinada en la clasificación de los instintos, sentidos y poderes. La sicometría es esencialmente la capacidad de trabajar y hacer contacto con el alma del grupo superior al cual aspira llegar el ente del grupo inferior y también con el alma de quien así aspira. En realidad concierne al grado de inclusividad alcanzado, el cual regirá la relación que existe, por ejemplo, entre un perro u otro animal doméstico y un ser humano, entre un hombre y otro, y entre un aspirante y su alma, su Maestro y su grupo. El tacto es la nota clave de la evolución que continúa hoy en Venus. Es la sensibilidad a la impresión espiritual.
Extratos Curación Esotérica
AAB-DK

EL VALOR ESOTERICO DEL TACTO

¿Qué son los sentidos? ¿Cuántos hay? ¿Cuál es su relación con el Hombre inmanente, el Pensador, el Divino Manasaputra? Éstos son interrogantes de vital importancia, y por su inteligente com­prensión se obtiene la capacidad de seguir sabiamente el sendero del conocimiento.

Los sentidos del gusto y del olfato, por estar ambos íntimamente vinculados al importante sentido del tacto, los podemos llamar sentidos menores. Prácticamente son subsidiarios del tacto. Este segundo sentido y su relación con el actual segundo sistema solar, merece una detenida reflexión. Dicho sentido se halla íntimamente relacionado con el segundo Logos. Aquí hay un indicio de mucho valor si se analiza debidamente. Será útil estudiar los alcances del tacto en el plano físico y en otros planos y ver adónde conduce.

A este respecto deberíamos estudiar análogamente el valor del tacto, como lo demuestran los sanadores de la raza (aquellos que siguen la línea de los Bodhisattvas), y el modo de manipular el efecto de la Ley de Atracción y Repulsión. Los que estudian etimología habrán observado que el origen de la palabra tacto es un tanto oscuro; probablemente significa “extraer con movimiento rápido”. He aquí todo el secreto de nuestro sistema solar objetivo.

El abocarnos al tema del segundo sentido, el tacto, debemos observar que es, preeminentemente, un sentido de gran importancia en este segundo sistema solar -sistema de conciencia astral búdica. Cada uno de los sentidos, después de haber llegado a cierto punto de desarrollo, comienza a sintetizarse con los otros en tal forma que es casi imposible saber dónde comienza uno y termina el otro. Tacto es el innato reconocimiento del contacto aplicado por manas o la mente de tres maneras: Como conocimiento, como memoria y como anticipación.

Los tres sentidos principales y los primeros en manifestarse sucesivamente son oído, tacto y vista. Durante gran parte de la evolución el oído constituye el impulso que guía la vida humana por medio del contacto egoico establecido en la parte superior de la cabeza. Luego, cuando el Ego desciende un poco más, se une al centro etérico activo en conexión con el cuerpo pituitario y el hombre responde a las vibraciones más sutiles y superiores; entonces se despierta la analogía esotérica del sentido físico, el tacto. Por último se abre el tercer ojo y la glándula pineal comienza a funcionar simultáneamente. Al principio la visión es oscura y la glándula sólo responde parcialmente a la vibración, pero en forma gradual el ojo se abre totalmente, la glándula está plenamente activa, y tenemos al hombre “totalmente despierto”. Cuando esto sucede, vibra el centro alta mayor y entonces los tres centros físicos de la cabeza funcionan

LA EVOLUCIÓN DE LOS SENTIDOS

Una de las reglas fundamentales detrás de todo proceso mágico consiste en que ningún hombre puede ser un mago o trabajador en magia blanca hasta que no se le haya abierto el tercer ojo o esté en proceso de abrirse, pues por medio de ese ojo se energetiza, dirige y controla la forma mental y los constructores o fuerzas menores son impulsados a realizar cualquier tipo de actividad. El tercer ojo se forma por la actividad de tres factores:


1. Primero, mediante el impulso directo del Ego en su propio plano. Cuando el hombre se aproxime o esté hollando el Sendero, el Yo interno se aferrará más a su vehículo inferior, y descenderá hasta un punto de la cabeza o del cerebro que se encuentra aproximada mente en el centro de la frente. Éste es su contacto más inferior. Es interesante observar aquí la analogía que existe con la evolución de los sentidos. Los tres sentidos principales y los primeros en manifestarse sucesivamente son oído, tacto y vista.

2. Segundo, mediante la actividad coordinada del centro principal de la cabeza, el loto de múltiples pétalos que se halla sobre la parte superior de la cabeza. Este centro afecta directamente a la glándula pineal, y la interacción de fuerza detrás de ambos (la analogía en pequeña escala de los pares de opuestos espíritu y materia) produce el gran órgano de la conciencia, el "Ojo de Shiva".

3. Tercero, mediante la acción refleja de la glándula pineal misma. A medida que estos tres tipos de energía o la vibración de estos tres centros comienzan a hacer contacto entre sí, se establece una definida interacción. Esta triple interacción forma con el tiempo un vórtice o centro de fuerza que se ubica en el centro de la frente, y oportunamente se asemeja a un ojo que observa entre los otros dos. Es el ojo de la visión interna, y quien lo haya abierto puede dirigir y controlar la energía de la materia, ver todas las cosas en el Eterno Ahora, estar más en contacto con las causas que con los efectos, leer los archivos akáshicos y ver clarividentemente. Por lo tanto, el que lo posee puede controlar a los constructores de grado inferior.

TRATATADO SOBRE FUEGO COSMICO

(Cinco reglas para el plano Astral)